«Se siente uno como en la cárcel»: los pueblos de Colombia donde la policía no se atreve a salir de su estación. Los oficiales de la policía y el ejército en Tibú deben estar así todo el tiempo: «en situación».

La gente no exagera cuando dice que «la policía vive como en una cárcel» en Tibú, un municipio en la frontera colombiana con Venezuela.

Los oficiales acá no pueden ir a un restaurante en sus días de descanso, algunos comercios los tienen vedados para comprar alimentos y si sus familias los visitan, son también atacadas, amenazadas y, en algunos casos, asesinadas.

Las comisarías están protegidas con mallas y sacos de arena cual búnker de guerra, tienen las ventanas selladas con cemento o ladrillos y en sus paredes húmedas y descascaradas destacan los balazos de recientes tiroteos.

Confinados, los uniformados pasan sus días custodiando la base desde pequeños agujeros panópticos. Anhelan salir de una zona a la que, según conocedores de la lógica policial, solo pudieron haber sido asignados producto de un castigo.

«Esto es un infierno, no podemos salir», dice un oficial. «Esto es crónica de una muerte anunciada», señala otro. Y uno más: «Para mí la prioridad acá es acabar con el periodo que me asignaron y, claro, salir vivo de esto»

Fuente: BBC

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *