A propósito de la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la central sindical ASI Venezuela ha emitido un comunicado resaltando la crítica situación de los menores en el país.
La precariedad económica en Venezuela ha llevado a un incremento alarmante del trabajo infantil, forzando a muchos niños y adolescentes a abandonar su educación para contribuir al sustento familiar, lo que amenaza sus aspiraciones y el progreso nacional.
El documento, titulado “Comprometidos con la Erradicación del Trabajo Infantil”, señala que la devaluación salarial y el deterioro de las condiciones laborales han provocado una disminución del poder adquisitivo, resultando en malnutrición y afectando negativamente la salud y el desarrollo de la juventud venezolana.
Además, el comunicado aborda las graves consecuencias de las migraciones forzosas, que dejan a muchos niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad, ya sea bajo el cuidado de familiares o, en casos más graves, completamente solos. Esta realidad los expone a riesgos de discriminación, violencia, xenofobia, y explotación.
El trabajo infantil no solo perpetúa la desigualdad y la exclusión social, sino que también compromete el futuro de más de 168 millones de niños trabajadores a nivel mundial. A pesar de la falta de estadísticas oficiales actualizadas en Venezuela, es evidente que el trabajo infantil es una problemática extendida y desmedida en el país.
El informe de UNICEF de 2007, aunque anterior a la crisis humanitaria actual, ya reflejaba la necesidad de reflexionar sobre el creciente número de niños y adolescentes que ni estudian ni trabajan, superando a aquellos que están activos en la fuerza laboral. Este fenómeno subraya la urgencia de acciones concretas para revertir esta tendencia y proteger el bienestar y el futuro de los niños y adolescentes en Venezuela y en todo el mundo.
Con información de El Nacional