Usuarios caminando a la altura de Los Cortijos. Un pagón afectó la línea 1 del Metro de Caracas, lo que provocó que muchos tuvieron que caminar para llegar a sus destinos. Caracas 06-02-2017 (MANUEL SARDA / EL NACIONAL)

Con salarios que a menudo están por debajo de los mínimos de supervivencia, la población venezolana sortea las diferentes opciones para cubrir sus necesidades básicas.

Muchos dependen de los bonos, bolsas de alimentos y otros programas que ha creado el Gobierno, pero que resultan insuficientes ante la inflación que afecta el costo de la vida. Adicionalmente, muchos cuentan con la opción derivada de la inmigración masiva, en la que algunas familias reciben remesas de familiares en el exterior.

El salario mínimo en Venezuela apenas alcanza los 130 bolívares, lo que equivale a 3.5$ al mes, de acuerdo al Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) la canasta alimentaria familiar de abril de 2024 se situó en 552,29 dólares, lo que contrasta significativamente con el ingreso de los ciudadanos.

En ese sentido, hay quienes opinan que para que un venezolano pueda vivir holgadamente, se requieren entre 1500 y 2000 dólares de ingreso al mes, cifra que varía según los requerimientos de cada familia.

Un sondeo de opinión reveló que hay quienes ejercen trabajos por su cuenta o prestan servicio para empresas privadas, por lo que sus ingresos resultan un poco más elevados que los que ofrece la administración pública; no obstante, consideran que necesitan aun más para costear gastos extras.

“En mi caso, necesitaría 2.000 dólares”, dice César Aellos, de 57 años, que vive solo. Aellos no tiene sueldo fijo. Es abogado de libre ejercicio y señala que hay meses donde no gana nada.

“Tienes que estipular un alquiler entre 400 y 600 dólares si vives solo y sin muchachos, 400 o 500 dólares en mercado, viviendo solo, después, el vehículo, diversión, y ahí se te va el dinero”, desglosa.

“Entre 1.500 y 2.000 dólares”, sigue Carlos Rico mientras saca sus matemáticas. “Un alquiler normal está en 500, 600 dólares. 300, 400 dólares de comida. Si tienes hijos además tienes que agregar el colegio, lo que es el transporte. Evidentemente no hay ahorro”, afirma este hombre que es maderero.

Amarylis Gómez, de 61 años, tiene un ingreso mensual promedio de 300 dólares entre ayuda familiar y la pensión que recibe por vejez.

Pero no duda en afirmar que se necesitan “más de 3.000 dólares” para vivir “bien”. “No solo estoy incluyendo gastos de comida, también gastos de médicos, salud, dentista…”, agrega. Vive con una anciana de 90 años.

“Para vivir bien, bien… como 800 dólares”, responde tras una pausa Deyfer Fernández, de 41, que es secretaria en un ministerio y gana 4 dólares mensuales.

Fernández “sobrevive” de la venta de tortas y de trabajos ocasionales. Tiene vivienda propia y junto a su esposo mantiene a sus dos hijos.

“Tenemos que sacar (dinero) de donde no tenemos”, señala esta mujer que se mantiene en la administración pública a la espera de la jubilación.

“¿Cómo 100 dólares semanales”, dice María López, que es empleada pública. “Para poder comprar lo que se pueda necesitar en un hogar (…) la comida”.

Actualmente los trabajadores del sector público también reciben una bonificación de alimentación de 40 dólares. A esto se le suma el denominado “Bono de Guerra Económica”, de 90 dólares, lo que equivale a un ingreso de 130 dólares, como parte de las medidas adoptadas por la administración de Nicolás Maduro ante lo que han asegurado son las consecuencias de sanciones internacionales contra el país suramericano, traduciéndose en la pérdida del poder adquisitivo.

Con información de Voz de América



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