La deportista española Beatriz Flamini ha completado su hazaña de batir el récord del mundo de permanencia bajo tierra en condiciones extremas. Este viernes ha salido de una cueva en la provincia española de Granada donde permaneció 500 días aislada del mundo a 70 metros de profundidad.
«Para mí sigue siendo el 21 de diciembre de 2021», han sido algunas de sus primeras palabras al atender a los medios de comunicación tras su salida al exterior, recordando el primer día en el que comenzó su reto.
Durante este tiempo, no ha recibido información del exterior. Ella sí la ha emitido para poder atender sus necesidades y controlar su estado de salud. Sin embargo, Flamini ha permanecido ignorando lo que ha pasado en este año y medio, sin conocer el devenir de la pandemia de coronavirus ni el comienzo del conflicto en Ucrania.
A su salida, alrededor de las 9 a.m., una multitud de amigos y familiares, además de la prensa y colaboradores, la esperaban para darle la bienvenida. Flamini, de 50 años, tan solo pidió un poco de tiempo antes para darse una ducha. «Llevo un año y medio sin tocar el agua», explicaba entre sonrisas.
Esta experiencia forma parte de Timecave, un proyecto que comenzó hace 2 años, cuando Flamini contactó con la productora Dokumalia para plantearle el reto de permanecer sola y sin contacto exterior durante 500 días en una cueva. Permaneció sin reloj ni ningún otro artilugio que le permitiera medir el paso del tiempo.
El objetivo es evaluar la repercusión mental y física de las condiciones extremas en el cuerpo y la mente. Por ello ha registrado su vida cotidiana, que ha sido seguida por las Universidades de Granada y Almería.
El reto fue preparado por un psicólogos, investigadores, entrenadores físicos y espeleólogos. Eran ellos quienes le suministraban el agua y los alimentos, dejáen un punto intermedio donde no es posible mantener la comunicación ni cruzarse.
Durante este año y medio Flamini se dedicó a leer, escribir, pensar, dibujar, tejer y «estar», como ha relatado en la rueda de prensa. Además afirmó que disfrutó porque estaba cumpliendo su sueño y que todavía no quería salir.
(MT/Agencias)