Tras dos horas de vuelo, un avión de la aerolínea Delta Airlines que cubría la ruta Atlanta (EE.UU.) – Barcelona (España), tuvo que devolverse al ser declarado por el piloto un «riesgo biológico».
Esto debido al insoportable olor y la exposición a la que se enfrentaron los 336 pasajeros y la tripulación en pleno, cuando un pasajero presentó un cuadro severo de diarrea y evacuó de manera involuntaria en el pasillo del avión.
El vuelo DL 194 surcaba el cielo de Virginia, cuando de pronto tuvo que dar la vuelta y volver al aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, de donde despegó, retrasando su itinerario unas dos horas.
Los pasajeros fueron desalojados de inmediato y sometidos a revisión, mientras que la alfombra del pasillo de la aeronave fue removida por completo, y saneado el tabaco del avión.
Sobre el estado de salud del pasajero inicial no se tuvo conocimiento, pero sí hubo en redes sociales una reacción de parte de los usuarios, quienes a pesar de llegar con dos horas de retraso, agradecieron la celeridad con la que Delta atendió la emergencia.
«Es simplemente una cuestión de riesgo biológico, tuvimos un pasajero que tuvo diarrea por todo el avión, por lo que quieren que regresemos a Atlanta», dijo el piloto a control de tráfico aéreo.
Según la cadena de televisión, Univisión, en los últimos días se han presentado casos similares en pleno vuelo, con diversos fluidos humanos. Un vuelo entre Las Vegas y Montreal, de la aerolínea Air Canada, presentó el pasado 26 de agosto una situación con dos pasajeros, a quienes pidieron que se sentaran en unos puestos que previamente habían sido vomitados por unos pasajeros en el vuelo anterior.
Otro vuelo de Air France entre París y Toronto, tuvo a una pareja volando con un fétido olor durante más de siete horas. Los propios pasajeros se percataron de que debajo de sus asientos había coágulos de sangre. El personal a bordo indicó que en el vuelo previo un pasajero tuvo una hemorragia y pusieron al propio pasajero a limpiar los restos de sangre.
MT / ImpactoVenezuela