La policía peruana que combate la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes descubrió a un grupo criminal que tenía entre sus víctimas a mujeres migrantes, incluidas seis venezolanas menores de edad, a quienes explotaba sexualmente incluso dentro de una cárcel.

“Antes no hemos investigado un caso así”, dijo recientemente el coronel Manuel Díaz, jefe de la división de investigación de trata de personas. Por su parte, el Instituto Nacional Penitenciario indicó que indaga los acontecimientos, y la ministra de la Mujer, Claudia Dávila, dijo que el caso es “tremendamente grave” por haber ocurrido en el interior de una prisión.

El jefe de la Dirección Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes, general Ulises Guillén, indicó que entre enero y octubre han rescatado a 589 venezolanas víctimas de trata, de las cuales 28 eran menores de edad.

La investigación policial se extendió más de dos meses para observar, vigilar y seguir a los integrantes de la organización criminal, integrada por peruanos y venezolanos. Díaz le dijo a la AP que los agentes ingresaron la semana pasada “a un prostíbulo llamado El Rosal”, en la provincia de Huaral, donde rescataron a tres adolescentes venezolanas de entre 15 y 16 años.

Luego, en otro local de Huaral —que era el lugar donde los tratantes recluían a las víctimas— rescataron a otras tres adolescentes venezolanas de entre 16 y 17 años. Díaz indicó que estas víctimas tenían sellos en los antebrazos que las autoridades en Perú colocan a quienes ingresan a los penales. Los sellos eran de la cárcel de Huacho, una ciudad cercana a Huaral

Las adolescentes, junto a otra venezolana de 19 años, estaban cautivas y vigiladas por dos guardianes de su misma nacionalidad, un hombre de 18 años y una mujer de 47. Esta última era la encargada de llevar a las víctimas a la cárcel de Huacho, donde eran explotadas sexualmente.

La policía dice que una mujer venezolana de 47 años, apodada La Tuerta, que está detenida, reconoció ante los agentes que llevaba a las menores al interior de la cárcel para que fuesen explotadas sexualmente.

MT / AP

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