La tristeza y el asombro paralizaron a los vecinos de la manzana 44 de la urbanización Libertadores de América, ubicada al sur de la ciudad de Coro, municipio Miranda del estado Falcón, cuando se enteraron de que Richiimar Morales Hernández, de 25 años, y su hija Jadbielimar Alejandra Talavera Morales estaban entre las venezolanas que perdieron la vida en el naufragio de una lancha en Colombia. 

«Ella era mamá y papá para su hija», dijo a El Pitazo una vecina de la madre de Richiimar Morales Hernández, a quien considera parte de su familia. La mujer, que solicitó resguardar su nombre, indicó que la joven madre trabajaba en casas de familias haciendo tareas del hogar.

Un hermano de Richiimar Morales se enteró del naufragio por un allegado y las redes sociales. La madre y su hija Jadbielimar, de 9 años, vivían en Coro antes de salir de Necoclí, en Colombia, donde establecieron el último contacto con su familia.

En Turbo, Antioquia, las dos falconianas tomaron una lancha hacia Acandí para iniciar una larga y peligrosa caminata por la selva del Darién. Su destino final era Estados Unidos. «Tomaron esa ruta porque era la más económica. Tenían unos primos y unas amistades allá que iban a prestarles ayuda en el trayecto para que por lo menos comieran», dijo la vecina de la víctima.

En el naufragio falleció otra niña venezolana, de 13 años, cuya identificación sigue sin conocerse. En la embarcación viajaban 40 pasajeros, de los cuales 35 fueron rescatados por funcionarios de la Armada colombiana. Otros dos seguían desaparecidos desde la tarde del lunes 29 de enero, cuando sucedió la tragedia. Se afirma que la lancha se volcó por el fuerte oleaje.

MT / El Pitazo

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