Ivonne Reyes acaba de vivir el que, es sin duda, el episodio de salud más traumático de su existencia. Uno que casi le cuesta la vida. Tal y como ella confiesa a la revista Lecturas, ha estado al borde de la muerte por culpa de una septicemia.

La venezolana, que pasó la COVID-19 en marzo de 2020, empezó a sentirse mal pasados seis meses. Fuertes dolores de cabeza y temblores incontrolables. “Pasé cuatro días en casa con hasta 41 de fiebre, deliraba”, relata. Así que, cuando fue al hospital, su estado era tan grave que la ingresaron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

“Se supone que tenía cistitis. La infección pasó a todos los órganos y me diagnosticaron septicemia”. También conocida como sepsis, la septicemia es una respuesta grave y potencialmente mortal a una infección que empeora de forma muy rápida.

La presentadora y actriz, cuenta, quiso mantener a su hijo, Alejandro, aislado de lo que le estaba sucediendo. “Hasta hace unos meses no he querido hablar de esto. Me despedí de todo el mundo”, relata. Aunque desvela lo que le dijo su hijo: “De mí no te despediste”.

“El dolor era horrible. Asumí que me moría. Pensé: ‘¿Dónde me van a enterrar?’ Llamé a un cura porque quería la bendición para irme en paz”, desvela.

“Hay poca gente que sale de la sepsis”, se felicita la venezolana, que finalmente sí puso superar la enfermedad.

(MT/20 MINUTOS)

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