El ratón más famoso de la historia, Mickey Mouse, se independiza y dejará de estar bajo la tutela administrativa de Disney el 1 de enero de 2024 después de 95 años.

Con algunos asteriscos, excepciones y prevenciones, Mickey Mouse en su forma inicial será el líder de los personajes, películas y libros que pasarán al dominio público el primer día de 2024.

Disney ha tenido éxito al extender su control sobre Mickey. La legislación estadounidense anterior a 1928 establecía apenas 28 años de propiedad intelectual sobre este tipo de creaciones, pero la compañía logró extender en dos ocasiones ese periodo para Mickey. Aunque se da por seguro que volverá a intentarlo ahora, sus posibilidades de éxito son nulas.

Pese a la apertura, Disney seguirá conservando muchos beneficios vinculados al personaje. Habrá restricciones para el uso en el dominio público del ratón, que solo podrá ser representado en blanco y negro y no podrá transformarse en una marca comercial.

La pérdida de control sobre Mickey llega, además, en un momento clave para Disney. Por un lado, la empresa tiene un liderazgo en Hollywood sin precedentes. Su división de streaming, Disney+, está creciendo por encima de lo previsto. Pero Disney se ha metido de lleno en las «guerras de la cultura» en Estados Unidos, y está pagando un precio por ello.

“Este es el momento. Este es el Ratón Mickey. Es emocionante porque de alguna manera es simbólico”, dijo Jennifer Jenkins, profesora de derecho, directora del Centro de Estudios sobre el Dominio Público de la Universidad Duke y autora de una columna anual para el “Día del Dominio Público”. “Me siento como el tubo en el barco de vapor al echar humo. Qué emocionante”.

Bajo la ley estadounidense, el derecho de autor es válido durante 95 años. El Congreso lo amplió varias veces durante la vida de Mickey.

Para los conservadores estadounidenses, la empresa es la quintaesencia de compañía woke que trata de cambiar el marco moral de la sociedad. Disney se opuso a la ley de Florida que prohíbe la educación sexual a los menores de nueve años.

La respuesta del gobernador, el republicano Ron DeSantis, rival de Donald Trump por la candidatura republicana en 2024, ha sido amenazar con quitar las extravagantes ayudas fiscales que Disney tiene en la ciudad de Orlando, la sede de su megaparque de atracciones Disney World. Entretanto, la película de animación Lightyears, que acaba de ser estrenada, ha sido prohibida en una docena de países musulmanes porque en ella dos mujeres se besan.

Así que, a partir del 1 de enero de 2024, ¿veremos vídeos en YouTube en los que, con Mickey de fondo, alguien dice que el ratón se ha «ido de casa» porque «su casa» ya no es lo que era? Es posible. Aunque ése es un terreno legal muy resbaladizo.

En enero pasado, Winnie de Pooh y la mayor parte de los personajes que lo acompañan dejaron de ser propiedad de Disney. Desde entonces, el oso, creado en 1926 por A.A. Milne y E. H. Shephard, y comprado en 1961 por Disney, ha sido objeto de una burla relativamente bienintencionada en YouTube, donde está accesible un breve vídeo en el que el encantador Winnie descubre con espanto lo que tiene que pagar por usar el móvil.

Fuente: El Mundo

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