Este viernes la Casa Blanca anunció que prohibirá el ingreso de los viajeros procedentes de ocho países africanos, en un intento por contener la llegada de la nueva variante del COVID-19, bautizada por la OMS como Omicrón. Solo los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes podrán viajar desde esos países. 


Los vuelos desde Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini, Mozambique y Malaui quedarán suspendidos desde el lunes. La Unión Europea ha tomado una decisión similar.

El primer país en blindarse fue Reino Unido, que anunció las medidas este jueves. 
»La situación está evolucionando muy rápido, queremos tener las máximas garantías para frenar la expansión de esta variante», dijo a la AFP un portavoz de la Comisión Europea. Por eso, países como Alemania, Francia e Italia, también están anunciando restricciones.

En Bélgica, el aumento de los casos y de las hospitalizaciones vinculadas al covid es «superior a las previsiones más pesimistas», según el primer ministro Alexander De Croo.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyos expertos se reúnen este viernes, anunció que harán falta «varias semanas» para entender mejor el «impacto» de esta variante y determinar su virulencia.

La aparición de “Omicrón” provocó además que las principales bolsas europeas abrieran con retrocesos superiores al 3% e impulsó a la baja el precio del barril de crudo.


La variante B.1.1.529 tiene un número «extremadamente elevado» de mutaciones y «podemos ver que tiene un potencial muy alto de propagación», previó el virólogo brasileño Tulio de Oliveira.

(MT/LB/EU)

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