Este 18 de noviembre se cumplen 314 años desde que la Virgen de Chiquinquirá apareció en las orillas del Lago de Maracaibo y llenos de júbilo, feligreses de la capital zuliana, en Venezuela y en el mundo lo celebran con fe, tradición y alegría.
Al igual que cada año, las festividades al son de gaitas, los marabinos recuerdan el milagro ocurrido el 18 de noviembre de 1709, cuando un trozo de madera, conocido como “tablita”, fue traído por las olas del lago Lago y fue recogido por una lavandera que lo resguardó en su hogar.
Cuenta el relato que, poco después, en medio de su faena, la mujer escuchó unos golpes parecidos a los de una puerta. Cuando fue a ver qué sucedía, la lavandera quedó impresionada al ver que la tablita que había recogido brillaba y aparecía la imagen de la virgen.
“¡Milagro, milagro!”, gritó la mujer, a lo que muchas personas se acercaron a presenciar ese milagro y su casa se convirtió en el primer lugar de veneración.
El párroco rector de la Basílica e Iglesia San Juan de Dios, Nedward Andrade, dijo que este año las festividades en torno a la virgen están marcadas por una petición especial, como es el saneamiento total del Lago de Maracaibo.
“Dedicaremos las fiestas patronales de La Virgen de Chiquinquirá al rescate del Lago de Maracaibo, sabemos que juntos lo podemos lograr”, aseguró el sacerdote.
La fiesta solemne inició a las 12 de la madruga de este 18 de noviembre, con el famoso y esperado “Amanecer Gaitero”, en donde todos los fieles se concentraron frente a la Basílica para cantarle las mañanitas a la reina de los zulianos y desde entonces hasta las 5 de la tarde, se realizan eucaristías cada hora para que lugareños y visitantes se encuentren con la Madre de Dios.
En el Boulevard 5 de julio, la fiesta estuvo animada por Daniel Sarcos quien presentó a los músicos del Binomio de Oro de América, Guaco, Argenis Carruyo y su orquesta, Neguito Borjas, Jaime Indriago, Gaiteros del Pozón, Danelo Badell, la Aguirreña, Homero y Zulianos Somos.
1.200 efectivos o funcionarios especializados están desplegados por toda la ciudad para garantizar la seguridad de todos.
Fuente: Efecto Cocuyo