Jennifer Lawrence, de 32 años, hizo varias revelaciones a la revista Vogue en una reciente entrevista. Uno de los aspectos que trató de su vida privada tiene que ver con dos abortos espontáneos que sufrió antes de dar a luz a su hijo Cy en febrero de este año.
Sobre esos dos tristes acontecimientos, la ganadora del Oscar relató que estuvo embarazada a los 20 años y sufrió su primer “aborto espontáneo sola en Montreal”. Luego volvió a quedar embarazada durante el rodaje de la comedia de Netflix de Adam McKay “Don’t Look Up”, y sufrió un segundo aborto espontáneo.
También conversó acerca de la desigualdad con la que ha tenido que lidiar en Hollywood, donde a menudo le han pagado menos que a sus coprotagonistas hombres. La actriz ganó mucho menos que sus compañeros masculinos en “La gran estafa americana”, mientras que en 2021 recibió 5 millones de dólares menos que Leonardo DiCaprio en “Don’t Look Up”.
Lawrence cree que a los actores en general a menudo se les paga en exceso, pero eso no hace que la brecha salarial sea menos frustrante. “No importa cuánto haga; todavía no me van a pagar tanto como a ese tipo, ¿por mi vagina?”, cuestionó.
La actriz estará en el Festival Internacional de Cine de Toronto este mes para el estreno mundial de su nuevo drama “Causeway”, que se estrena el 4 de noviembre por Apple TV. Filmar y producir la historia de una veterana de guerra que vive con trastorno de estrés postraumático mientras se recupera de una lesión cerebral, fue un cambio de ritmo para Lawrence.
Se sintió atraída por el ritmo improvisado de la narración y agregó: “Me gusta una película de Marvel de ritmo rápido. Pero echo de menos la melodía lenta de una historia impulsada por los personajes”. Sin embargo, la atmósfera política y personal resultó en “el rodaje más duro” de la vida de Lawrence.
“Trabajé muy duro. Fue el rodaje más duro de mi vida. Fueron tres años”, dijo Lawrence y soltó: “Espero que la gente la vea. Pero si no, todos vamos a morir de todos modos, así que a quién le importa”.
MT