Cuando visitamos Egipto, quedamos maravillados por las majestuosas pirámides, pero el misterio no se limita a estas imponentes estructuras. También reside en los pequeños objetos cotidianos que los antiguos egipcios utilizaban. ¿Cómo es posible que moldearan piedra dura sin las avanzadas herramientas tecnológicas que tenemos hoy?

Uno de los enigmas más fascinantes se encuentra en los jarrones de alabastro del faraón Zóser, de la III Dinastía (2686-2649 a.C.), descubiertos en el Museo Egipcio de El Cairo.

Estos jarrones, junto con otros 40.000 de gran belleza, presentan una simetría perfecta y una superficie pulida que parece imposible de lograr sin un torno. Además, muchos de ellos tienen cuellos estrechos y alargados, lo que plantea la pregunta: ¿cómo vaciaban su interior sin acceso manual?

Los historiadores han debatido sobre las técnicas utilizadas. Algunos sugieren que podrían haber empleado taladros capaces de expandirse dentro del jarrón, aunque no hay pruebas definitivas. Las representaciones de la época muestran herramientas conocidas, pero no tornos.

Además, la introducción de la rueda ocurrió mucho después de la era de Zóser.Otro enigma es un bloque de granito con una perforación realizada por un trépano tubular, un proceso difícil de explicar con las herramientas conocidas.

Las marcas en espiral en la pared interior indican un avance rápido y continuo, desafiando las capacidades de los taladros de cobre.

¿Cómo lograron los antiguos egipcios estas proezas? Algunos creen que tenían tecnología superior a la que les atribuye la historia, mientras que otros consideran la posibilidad de ayuda externa avanzada. Sea cual sea la teoría, queda claro que los enigmas no solo están en las pirámides, sino también en los pequeños objetos cotidianos.

La sofisticación y el conocimiento de los egipcios abarcaban tanto lo monumental como lo cotidiano.

MT LR

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