El módulo lunar Odysseus cumplió el sueño estadounidense de volver a alunizar, un hito que no se conseguía desde 1972 con el arribo del Apolo 17. Según reportó la NASA, su llegada a la Luna se produjo durante la madrugada del 23 de febrero de 2024, concretamente hacia la 1:23 hora peninsular española, bajo la atenta mirada de la misma agencia espacial y de la empresa privada a cargo del módulo, Intuitive Machines.

Se trata de la primera misión comercial en conseguir una colocación suave en la superficie lunar, y llega poco después del intento fallido de la misión Peregrine el pasado mes de enero, que tuvo problemas en el sistema de propulsión de la nave.

Tras aproximadamente una semana de trayecto desde su despegue en la Tierra hasta la órbita lunar, el Odysseus se dispuso a reducir drásticamente su velocidad y preparar sus patas de aterrizaje y sensores orientados hacia la superficie, consiguiendo así posarse sobre el terreno del polo sur de la Luna, cerca del cráter conocido como Malapert A. 

Gracias a esta exitosa misión, Odysseus ha llevado a la Luna robots y otras herramientas científicas y tecnológicas para que la NASA pueda explorar en profundidad el terreno del satélite natural, antes de enviar astronautas en una misión tripulada que tendrá lugar a finales de esta década a través del programa Artemis.

A bordo del módulo viajaron 6 cargas útiles desarrolladas por la NASA y otras empresas privadas, que operarán sobre el terreno durante unos 7 días antes que llegue la noche lunar a la zona de aterrizaje, envolviendo el Odysseus en un frío glacial que difícilmente podrá soportar.

La carga de la NASA incluye tecnologías experimentales de comunicación, navegación y aterrizaje de precisión, además de otras herramientas que recopilarán datos científicos sobre el entorno lunar y su hábitat.

El polo sur es un área de especial interés debido a las teorías científicas que apuntan que podría albergar hielo, un recurso muy útil para futuras misiones al satélite. 

Unas horas antes del alunizaje, el módulo IM-1 de Intuitive Machines conocido como Odysseus experimentó algunos problemas con su sistema de navegación que pudieron ser resueltos a tiempo usando la tecnología experimental a bordo.

Se trata concretamente de la carga útil Lidar de la NASA, una herramienta de aterrizaje de precisión diseñada para medir con rayos láser la velocidad y dirección necesaria para alunizar de forma segura. 

El pasado 15 de febrero de 2024 despegaba del Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida, un cohete Falcon 9 de la empresa privada SpaceX como parte de la iniciativa lunar CLPS (Commercial Lunar Payload Services), que tiene como objetivo usar servicios privados de transporte de carga útil a la Luna para reducir el coste de lanzar una misión propia.

Tras unos 6 días de viaje, durante los que Odysseus fue capaz de capturar y mandar imágenes desde el espacio hasta la Tierra con éxito, el módulo entró en la órbita lunar el miércoles 21 de febrero en excelente estado de funcionamiento. 

Allí empezó su preparación para el aterrizaje, que se produciría aproximadamente 24 horas más tarde. El evento fue cubierto por la agencia espacial, ofreciendo la oportunidad de observar el alunizaje a través de su sitio web y otras plataformas.

MT | NatGeo

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