De nuevo la cruda realidad se estampa en la cara de la Vinotinto, esta vez ante un reto considerable, por tratarse de Brasil, porque la selección de Adenor Leonardo “Tite” Bacchi lleva 8 partidos invicta, porque no pierde en eliminatorias desde hace ocho partidos y porque la Vinotinto lleva toda su historia sin brindar con un triunfo ante Brasil.
Todo un desafío en el Olímpico para este grupo alistado por Leonardo González.
Venezuela, cerró la ventana de tres partidos valederos para la clasificación del Mundial 2022 reiterando la sensación de ser una selección muy vulnerable en defensa. Derrotada por Argentina (1-3), Perú (0-1) y Paraguay (1-2), la Vinotinto ha protagonizado una terna de encuentros marcados por la facilidad con la que ha sido ajusticiada.
El defecto persigue a la Venezuela de Leonardo González en sus tres primeros partidos al frente de la selección. Su libreto es ambicioso en ataque, pero arriesgado en defensa como han mostrado sus últimos tres rivales. Por encima de los goles encajados (tres contra Argentina) o de los remates recibidos (17, 10 y 13, respectivamente en cada uno de los tres partidos de esta ventana), el equipo criollo ha vuelto a dejar huellas de un pasado que se tenía olvidado.
La hemorragia defensiva vivida ante la selección peruana provocó que la Vinotinto acabara jugando dos partidos con 10 (Argentina y Perú).
Los internacionales venezolanos son conscientes de los riesgos que conlleva el estilo impuesto por Leonardo. Soteldo, como extremo, era junto a Savarino y Eric Ramírez uno de los componentes del ataque. Savarino no estará; sí estará de vuelta Darwin Machís, el colasuave de Tucupita, para alzar vuelo por banda y tener mayor profundidad.
Aunque el ataque volverá a estar baldío. Ni Salomón Rondón ni Josef Martínez estarán en esta triple fecha. Eric Ramírez y Fernando Aristeguieta se alzan como únicas alternativas en la vanguardia. No obstante, Venezuela no jugará a presionar y Brasil dirimirá el juego a placer bajo la batuta de Paquetá.
Fuente: Meridiano