China ha encontrado la manera de reducir el riesgo de contagio de Covid-19 durante los Juegos Olímpicos de Beijing que se celebrarán este invierno.

Así, en un despilfarro de potencia tecnológica, los organizadores han dispuesto de camareros robots para servir a los asistentes.

Los profesionales y periodistas podrán dirigirse al centro de medios. Allí, luego de elegir en el menú, un robot les preparará los cocteles en tan solo 90 segundos.

Del mismo modo, la cocina del restaurante también estará en “manos” de la tecnología, ya que las hamburguesas y bistecs, así como el arroz, estarán preparados y servidos por máquinas.

En un intento porque el contacto humano sea totalmente inexistente, el techo estará recorrido por carriles que transportarán la comida desde la cocina hasta la mesa del comensal.

Además, la organización del evento ha prohibido la asistencia de espectadores internacionales, y los periodistas y el personal ligado a los atletas tendrán que hospedarse también en el mismo recinto que los atletas.

Toda esta implementación tecnológica responde a un esfuerzo de la administración china por contener el virus, una política que han bautizado como “cero covid”.

MT/EL ECONOMISTA

Por Alejandra

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