Los últimos y polémicos filtros de TikTok, “Bold Glamour” y “Teenage Look”, que rejuvenecen y mejoran el aspecto de los usuarios en segundos, aumentan la intolerancia a la frustración, según los psicólogos.
El efecto que crean estos filtros es muy real. Gracias a la inteligencia artificial que incorporan, el rostro cambia en pocos segundos ofreciendo una imagen muy rejuvenecida y con unos rasgos que, en muchas ocasiones, no se parecen a la cara que tenían los usuarios cuando eran más jóvenes.
Además, el canon de belleza que trasladan es el de un rostro con los labios gruesos y maquillados; pestañas muy largas y rizadas, cejas perfiladas y pómulos tersos y sobresalientes.
Se trata de una imagen muy parecida a la que tienen, por ejemplo, cantantes como Madonna o las hermanas Kardashian, tras someterse a varios tratamientos de cirugía estética.
Según varios expertos consultados por la Cadena SER, esta imagen perfeccionada de los adolescentes puede crear problemas de “dismorfia corporal”, es decir, un trastorno mental que provoca intolerancia a los defectos y el deseo de tener siempre la imagen artificial que les traslada este tipo de aplicaciones.
Miguel Ángel Rizaldos, psicólogo clínico y autor del libro “¿Ser frágil es malo? Aceptar tu vulnerabilidad te hace más fuerte”, opina que el problema en estas aplicaciones puede ser la adolescencia, que “es una época en la que tenemos la autoestima en la cuerda floja porque dependemos mucho de la opinión de los demás”.
Este experto asegura “para el ser humano puede ser importante la opinión de otras personas, pero no puede ser lo único ni lo más relevante”, señala.
Miguel Ángel Rizaldos señala que es importante que la persona acepte cómo es, tanto a nivel físico como a nivel personal.” Habrá cosas que se pueden cambiar o modular, pero habrá otras que hay que aprender a aceptar. Y aceptar significa dejar de quejarse”, sostiene Rizaldos, que concluye que “este tipo de filtros puede hacer daños a los más vulnerables”.
Fuente: BBC News