Nace una nueva palabra con el beneplácito de la Real Academia Española. Se trata de covidiota, que define a toda persona que «se niega a cumplir las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio de la covid». Recogido en el ‘Diccionario histórico de la lengua española’, el vocablo es un «calco» de un acrónimo inglés, también de reciente cuño, que mezcla ‘covid’ e ‘idiota’ (‘idiot’).
Las palabras surgen para definir con exactitud una realidad que suele precederle, y en este caso covidiota señala a esa facción de escépticos surgidos junto al SARS-CoV-2. Hasta ahora se les colocaba bajo el inmenso paraguas de los negacionistas o antivacunas, temerosos de conspiraciones farmacéuticas y defensores de los derechos individuales más allá de cualquier evidencia científica, pero con este palabro tienen ahora su propio nicho.
Los angloparlantes tuvieron la ocurrencia antes que los hispanos, y se registró por primera vez en inglés, en un glosario británico, el ‘Oxford Advanced Learner’s Dictionary’, en 2020. Unos meses después lo reconoció la RAE, sin incluirlo aún en el ‘Diccionario de la lengua española’, pero sí en esta otra publicación digital más ágil, que reúne las tendencias de la lengua.
Si bien tiene varios meses en internet, es ahora cuando el término comienza a impulsarse con el uso, todavía más frecuente en Latinoamérica, pues fue en México donde se castellanizó por primera vez. Covidiota es también un adjetivo, para definir todo aquello característico de quien pone en riesgo a otros con una conducta irresponsable frente al virus.
Covidianos
Aunque suena a mitad enfermedad y mitad insulto, al estar recogido ya por los hacedores de diccionarios pierde la connotación de su segundo vocablo original («idiota: tonto o corto de entendimiento») y evita discernir sobre las causas del desprecio a las medidas contra el virus. ¿Y quién no conoce o ha visto a un covidiota?
Un covidiota se contrapone a un covidiano, expresión recogida también en el ‘Diccionario histórico’ y que define al que «sigue las normas sanitarias dictadas a causa de la covid y que no cuestiona la existencia de la enfermedad».
Fuente: Heraldo