La Policía de Nueva York detuvo a aproximadamente cien estudiantes de la Universidad de Columbia por establecer alrededor de cincuenta tiendas de campaña en el campus como forma de protesta contra el conflicto en Gaza. Este acto de desobediencia civil llevó al desmantelamiento del campamento.

La protesta estudiantil comenzó el miércoles, con el campus cerrando sus puertas a todos excepto a los portadores de identificación universitaria. Los estudiantes permanecieron en el lugar hasta la tarde del jueves, momento en el que la policía, incluyendo unidades antidisturbios, llegó al lugar, tal como reportaron medios locales. Simultáneamente, un grupo de personas se reunió para mostrar su apoyo a los manifestantes.

Los estudiantes escucharon una advertencia clara: serían arrestados por invasión de propiedad privada si se negaban a dispersarse, con la posibilidad de enfrentar cargos adicionales en caso de resistencia.

La presidenta de la universidad, Nemat Shafik, autorizó las detenciones, justificando su decisión en una carta abierta a la comunidad estudiantil, donde defendió la libertad de expresión pero enfatizó la importancia de adherirse a las políticas del campus.

Videos difundidos en redes sociales mostraron a la policía acercándose a estudiantes que se encontraban sentados pacíficamente entre las tiendas, algunas adornadas con banderas palestinas y carteles con frases como “Zona Liberada” y “Campamento de solidaridad con Palestina”. También se capturaron momentos de tensión, con cánticos de apoyo a Gaza y el sonido de objetos metálicos resonando en el fondo.

En una audiencia reciente ante el Comité de Educación de la Cámara de Representantes de EE.UU., Shafik y otros líderes de Columbia prometieron tomar medidas enérgicas contra las protestas estudiantiles no autorizadas relacionadas con la guerra en Gaza, siguiendo el ejemplo de otras universidades. Los estudiantes, junto con otros neoyorquinos solidarios, se manifestaron tanto dentro como fuera de la universidad, ubicada en el Alto Manhattan.

Maryam Alwan, una de las organizadoras de la protesta, declaró desde el campamento que no se dejarían intimidar por la presencia policial y que tales amenazas solo fomentarían más activismo. Después de la intervención policial, los manifestantes proclamaron estar “en el lado correcto de la historia” y criticaron la “financiación y apoyo al genocidio”. Cerca de ellos, un pequeño grupo proisraelí también llevó a cabo su propia manifestación.

Con información de EFE

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