Ucrania detuvo este miércoles el flujo de gas por la estación de Sojranovka, uno de los dos principales puntos de entrada de gas ruso al país y, a través de la red ucraniana, hacia Europa.
El operador del sistema de tránsito de gas de Ucrania (GTSOU) informó que se ve obligado al cierre de la estación, situada en el norte de la región de Donbás, porque está localizada en una zona controlada por las tropas rusas.
El organismo propuso a Gazprom, empresa rusa que mantiene el monopolio del gas que circula hacia Europa, reconducir el flujo de este hidrocarburo a través de otro punto en el territorio controlado por Kiev, pero Moscú respondió que es “técnicamente imposible”.
Los precios del gas en los mercados internacionales están subiendo con fuerza tras el corte de suministro. Por el momento, Alemania, uno de los gigantes de la Unión Europea (UE) con mayor dependencia del gas de origen ruso, ha manifestado que su suministro es “seguro”.
Rusia ha usado la energía como arma de presión sobre Europa durante las últimas semanas; Ucrania empieza a transitar ahora por esa misma senda, crucial por las profundas consecuencias económicas de una guerra que va camino de su tercer mes.
El operador gasista ucraniano informó que “causas de fuerza mayor” hacen imposible el transporte a través de la estación de Sojranovka y la estación de compresión de Novopskov. Las dos instalaciones están al norte de la región de Lugansk, cerca de la frontera entre Rusia y Ucrania. Esta provincia ha sido golpeada con especial violencia por el Ejército ruso en las últimas jornadas.
“La interferencia de las fuerzas ocupantes en los procesos técnicos y cambios en los modos de operación de las instalaciones de GTSOU, incluyendo extracciones no autorizadas del flujo de gas, ponían en peligro la estabilidad y seguridad de la red ucrania de transporte de gas en su totalidad”, afirma GTSOU en el comunicado.
(MT/El País)