Consuelo Rivero Hoyos, nació el 15 de octubre de 1982 en Santa Cruz. Es denunciada como la mujer de las mil y una estafas. Vive en Perú donde es noticia y conocida como ‘la estafadora de Tinder’, red social en la que presentaba una imagen cercana a la perfección y con este perfil conseguía lo que quería: estafar y obtener dinero, principalmente de empresarios. 

A través de medios internacionales se conoció que esta mujer se proyectaba como una exitosa abogada. Pero, la falsa abogada de 40 años, captaba y seducía a ejecutivos por Tinder para estafarlos con la venta de terrenos y apartamentos en Bolivia. La realidad es que utilizaba el dinero para tener una vida lujosa sin siquiera trabajar y saltar a su siguiente víctima.

Por su parte, una de sus víctimas principales en Perú, Germán Chirinos, se animó a hacer pública la denuncia sobre la Estafadora de Tinder donde perdió 150 mil dólares. Al final, confesó que «fue una mala experiencia, una persona de las más malas que he conocido en mi vida. Realmente tiene una vida falsa, tiene delitos como fraude electrónico, estafa y falsificación de documentos».

Señaló que a los dos meses de relación ya vivían juntos y trajo a sus hijas de Bolivia. Posteriormente su víctima, indica que la Estafadora de Tinder se mostraba como una persona pudiente y muy estudiada. «Tiene más de 30 denuncias en Bolivia por varios delitos, ella entraba y salía por la frontera, pero eso me parecía sospechoso. Calculo que en Perú ha robado más de 500 mil soles, lo que equivale a casi 130 mil dólares».

Asimismo, el diario El Deber señala que estuvo presa un año en 2012 por estafa y cuando estuvo en la cárcel se valió de sus atributos y enamoró a los policías a cambio de asesinar a su pareja de ese momento. Sin embargo, al final el hombre salvó su vida porque fue escuchado por la justicia.

Según se conoció, Consuelo Estrella se presentaba en LinkedIn como una abogada con doctorado en Derechos Humanos por la Universidad de San Marcos y coordinadora del área legal del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo conocido como el PNUD. Sin embargo, todo era información falsa.

MT/LA REPÚBLICA 

Por Alejandra

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