Justin Timberlake marca su regreso a la escena musical con “Everything I Thought It Was”, su primer álbum en seis años, recibiendo una acogida tibia y críticas mixtas. Helen Brown de The Independent sugiere que las baladas de R&B del álbum son más propensas a inducir al sueño que a la pasión.

La duración del álbum ha sido un punto de crítica común, con sugerencias de que una selección más corta y enfocada de canciones podría haber llevado a un éxito más resonante.

Laura Snapes de The Guardian y Neil Z. Yeung de AllMusic coinciden en que el álbum tiene potencial, pero está oculto entre pistas excesivamente largas. Rolling Stone destaca “Fuckin’ Up The Disco” como un punto fuerte, recordando el estilo característico de Timberlake.

El álbum sigue la línea de “Man Of The Woods” de 2018, que exploró una fusión de pop con country, pero no logró capturar la atención ni del público ni de la crítica como lo hicieron sus trabajos anteriores.

Timberlake, conocido por su innovación en el R&B con álbumes como “FutureSex/LoveSounds” y “The 20/20 Experience”, y por éxitos como “Cry Me A River”, ha tenido una carrera distinguida desde sus días en Disney y NSYNC, con ventas de discos que superan los 70 millones y 10 premios Grammy. Su éxito como solista incluye la popular canción “Can’t Stop The Feeling!” de 2017.

MT / Con información de EFE

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