En la actualidad el uso de aplicaciones a través de las nuevas herramientas tecnológicas, se han vuelto indispensables en las formas de comunicación del ser humano; no obstante, es necesario considerar los múltiples riesgos al que los usuarios podrían estar expuestos frente a quienes emplean dichas plataformas con oscuros propósitos.
Tinder es una aplicación que te permite ampliar tu círculo de contactos y que no necesariamente tiene por qué vincularse a relaciones amistosas, sentimentales o sexuales; pro es necesario tomar ciertas precauciones, ya que, en realidad, lo normal será que sepamos muy poco sobre ella.
La función básica es crear un perfil y a través de este medio conocer otras personas con características o gustos similares hasta conseguir hacer el famoso “Match” que significa cuando dos usuarios tienen un swipe de forma mutua o ambos se han dado “like”, momento en el cual se abre un chat de contacto entre ambos usuarios y comienza la comunicación.
Algunos de los peligros a los que te enfrentas si usas Tinder o cualquier otra app de contactos es lo que se conocer como “sextorsión”, mediante el envío de fotos o vídeos explícitos, por lo que es necesario tener mucho cuidado, pues es posible que el receptor de estos documentos los utilice para extorsionarte y pedirte algo a cambio de no difundirlos.
Asimismo, se registran estafas, cuando el contacto con el que se hace match, contacta y pide si lo puedes ayudar recibiendo un código a tu teléfono. Este código suele ser la clave de verificación para acceder a tu cuenta de Facebook, Snapchat, WhatsApp o de tu cuenta bancaria.
Por otro lado, se debe estar alerta de estar frente a estafas románticas financieras, donde los delincuentes crean falsos perfiles y preparan a la víctima durante el tiempo que sea necesario para obtener algo a cambio.
Para estos casos, los perfiles falsos son creados utilizando imágenes de bancos que parecen extraídas del catálogo de una agencia de modelos o, por el contrario, utilizando imágenes super amateur, borrosas y sexualmente sugerentes, haciéndolos atractivos a sus futuras víctimas.
Fuente: 2001