Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es acusado de presuntamente haber hecho mal uso de al menos 20 mil dólares que eran destinados a los ahorros universitarios de su hija Maisy, para financiar sus adicciones a las drogas y prostitutas.
El incidente, que tuvo lugar en 2018, se produjo durante un periodo en el que el mismo Hunter admite en sus memorias que estaba luchando contra la adicción a las drogas.
Según los informes, Hunter habría recurrido a los ahorros de su hija después de que sus administradores de cuentas le informaran que su propio saldo bancario había caído a solo 44 centavos.
“¿Puedo transferir 20 mil de la cuenta 528 de Maisy a una cuenta personal? Entendiendo que habrá penalizaciones, si es posible, por supuesto”, fue respuesta de Hunter a sus banqueros.
Maisy Biden, la tercera hija de Hunter, estaba en su último año de secundaria en ese momento. Según los informes, su familia, incluyendo al presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden, había intentado realizar una intervención para que Hunter ingresara a rehabilitación solo unas semanas antes del incidente.
Las pruebas de esta presunta malversación de fondos se originan en una serie de correos electrónicos y mensajes obtenidos a partir de una computadora portátil abandonada por Hunter Biden, en los que se sugiere que los ahorros universitarios de Maisy fueron utilizados para pagar drogas, servicios sexuales, cuotas de suscripción a sitios web de contenido para adultos, el alquiler de un automóvil Porsche 911, entre otros gastos personales.
Según Joseph Ziegler, agente de la Investigación Criminal del Servicio Interno de Impuestos (IRS), Hunter Biden habría utilizado los ahorros universitarios de Maisy para financiar sus “excesos” sin pagar los impuestos correspondientes.
La afirmación surge de una investigación fiscal de cinco años que, según se informa, altos funcionarios del gobierno intentaron bloquear.
Ziegler señaló que Hunter “no informó los ingresos relacionados con una distribución que había tomado del Plan 529 [ahorro educativo] de sus hijos en 2019, un ingreso adicional de aproximadamente 39 mil 820 dólares”.
Fuente: El Confidencial