La realidad de la comunidad LGBTIQ+ en Venezuela permanece estancada. Las últimas investigaciones (2021) de activistas y organizaciones que apoyan la causa sexodiversa reportan que en en el país se producen unos seis casos de discriminación por homofobia y transfobia cada dos meses.

Transgender Europa, en su Observatorio de Personas Trans Asesinadas entre 2008 y septiembre de 2020, calcula que 3.664 transexuales en el mundo fueron asesinadas por prejuicios discriminatorios, de los que 126 se produjeron en Venezuela.

Indica que Venezuela está entre los últimos de Latinoamérica en materia de avances para la población LGTBI. Además de estar prohibida la unión civil entre personas del mismo sexo, tampoco es posible el cambio de identidad a personas trans o no existen mecanismos para la protección de familias homoparentales.

Desde febrero se vislumbra en el país una posibilidad de matrimonios de personas del mismo sexo. Algunos creen que El Tigre, en Anzoátegui, se convertirá en Las Vegas de Venezuela. Pero el alcalde Ernesto Paraqueima ha explicado que se trata de celebrar “matrimonios igualitarios simbólicos” por un costo desde los $300, a través de un contrato privado en el que los firmantes se reparten sus bienes.

Mientras eso ocurre, homofóbicos y transfóbicos se hacerse sentir, incluso en lugares públicos, como le ocurrió recientemente a la deportista venezolana Stefany Hernández, quien presuntamente sufrió un ataque en un local nocturno en Las Mercedes.  

Danny Toro y su novio, han sido viralizados en las redes. En septiembre de 2020 fueron víctimas de un ataque homofóbico en el bar-restaurante Vera Pizza, en La Castellana.

Y si de transfobia se trata, destaca el caso de la artista Chiky Lorens, quien en diciembre fue discriminada en el Hotel Pestana, donde fotografiaría a una sobrina por su cumpleaños.

Luiggi Medrano, también sufrió una agresión homofóbica. El joven de 23 años denunció que fue despedido en enero del restaurante Poke 212, de Los Palos Grandes, por su identidad de género.

Otra pareja denunció en 2020 que fueron expulsados de una discoteca de San Antonio de los Altos por bailar juntos en una fiesta temática. @jose.pereira.romero publicó un video que muestra el maltrato. «Aquí queremos personas normales», les dijeron y los hicieron abandonar el local.

¿Está Venezuela quedándose atrás en la tendencia mundial de asumir y aceptar la orientación sexual y de género sin restricciones?

MT

Por Alejandra

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