Los detectives de enfermedades de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU están investigando un grupo de abscesos cerebrales raros y graves en niños de Las Vegas, Nevada, y sus alrededores.

En 2022, el número de abscesos cerebrales en niños se triplicó en Nevada, pasando de una media de cuatro a cinco al año a 18.

«En mis 20 años de experiencia, nunca he visto nada igual», dijo la doctora Taryn Bragg, profesora asociada de la Universidad de Utah que trató los casos.

Los neurocirujanos pediátricos como Bragg son poco frecuentes. Ella es la única en todo el estado de Nevada y, como trató todos los casos, fue la primera en darse cuenta del patrón y en alertar a las autoridades sanitarias locales.

Los abscesos cerebrales son focos de infección llenos de pus que se extienden al cerebro. Pueden provocar convulsiones, alteraciones visuales o cambios en la visión, el habla, la coordinación o el equilibrio. Los primeros síntomas son dolores de cabeza y fiebre intermitente.

Los abscesos suelen requerir varias intervenciones quirúrgicas para su tratamiento, y los niños pueden pasar semanas o incluso meses en el hospital recuperándose después de padecer uno.

La doctora Taryn Bragg Bragg afirmó que, hasta ahora, en 2023, ha tratado a otros dos niños con abscesos cerebrales, pero el ritmo de nuevos casos parece estar disminuyendo.

Fuente: Agencias

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