Los fans de Farruko abarrotaron un estadio de Miami esperando ver al astro del reguetón interpretar “Pepas”. Sin embargo, el cantante se disculpó por su exitoso sencillo, se negó a cantarlo y habló profusamente sobre Dios durante el concierto, dejando a los presentes estupefactos y el futuro de su carrera en juego.

No es el primer artista en hacer una transformación dramática, pero pareció haber tomado a sus seguidores por sorpresa. Algunos dijeron que muchos asistentes al concierto se fueron mucho antes de que terminara el espectáculo.

La gira continuará con otras actuaciones en Newark, Cleveland y Chicago este fin de semana, pero los fanáticos están confundidos. Algunos recurrieron a las redes sociales para decir que el concierto fue “una basura” y otros lo compararon con el servicio dominical. Farruko dijo que seguirá interpretando sus éxitos, pero con un “mensaje de amor, unión y reflexión”.

“Yo sé que en algún momento ese sermón del que tanto se han quejado que les estoy dando los va a ayudar”, dijo en Instagram, y clarificó que el espectáculo en Miami fue todo obra suya. “Los artistas son libres de expresarse en el escenario como quieran”.

En el concierto del viernes pasado, Farruko les dijo a los fans que se dio cuenta de que tenía todo el dinero que quería y el éxito, pues su sencillo alcanzó el puesto número 25 en la lista Hot 100 de Billboard en octubre pasado. Pero que sin embargo, se sentía vacío.

Les dijo a sus seguidores que había destruido a su familia y que no podía ver mucho a sus hijos. También se ha topado con problemas legales.

“Farruko tuvo un encuentro con Papá Dios y Él lo hizo tocar el fondo, besar el piso”, dijo, refiriéndose a sí mismo en tercera persona. “Yo no sabía el mensaje que yo estaba diciendo en mis canciones, que les decía a la gente ‘Pepa, te tomas una pastilla para que seas feliz y brindes y vivas la vida loca’. ¿Tú sabes qué? Yo no me siento orgulloso de eso. Sabrá Dios a cuántos de sus hijos les hice daño. Hoy en día me paro como un varón a decirles que me perdonen”.

Noelia Croft, de Chicago, dijo que pagó 120 dólares por su boleto para el próximo concierto, pero que ahora busca un reembolso. “Estaba decepcionada”, dijo. “La gente pagaba por escuchar su música, no un sermón o una predicación. ¿Quiere ser un hombre de Dios? Está bien, pero no es así como anunció su concierto”.

El publicista de Farruko dijo que por el momento el artista no concedería entrevistas.

MT/EL NACIONAL

Por Alejandra

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