Uno de los pasajeros que iba a bordo del avión de Alaska Airlines que perdió una parte del fuselaje en pleno vuelo en enero, el estadounidense Cuong Tran, originario de California contó su mala experiencia, cuando un agujero fue succionándolo todo, incluido su teléfono, medias y zapatos por la descompresión incontrolada a 16.000 pies de altura (unos 4.875 metros) cerca de la ciudad de Portland, en Oregón.

Tran es uno de los siete pasajeros que presentaron una demanda contra el fabricante Boeing, la aerolínea Alaska Airlines y la empresa de manufactura Spirit AeroSystems. Las compañías declinaron hacer comentarios.

El hombre de 40 años relató lo ocurrido poco después del despegue, cuando normalmente él se dispone a dormir. “El capitán dijo que habíamos sobrepasado los 10.000 pies (3.048 metros). Entonces el agujero se nos vino encima y recuerdo que mi cuerpo se elevó. Luego toda la parte inferior de mi cuerpo fue succionada por el viento”, explicó.

La descompresión, según dijo, duró unos 10 o 20 segundos. En esos instantes pudo ver cómo a su alrededor otros pasajeros no podían creer lo que estaba ocurriendo. “Fue probablemente la primera vez en mi vida que tuve la sensación de no controlarlo todo. No daba crédito a la situación”, dijo Tran.

“Esa sensación de falta de control es bastante aterradora. La succión era muy fuerte y me aferraba por mi vida. Mis dos zapatos terminaron siendo succionados – yo tenía mi zapato bastante ajustado también”, recordó. Y agregó: “Mi teléfono, que estaba en mi mano, desapareció”.

El avión pudo aterrizar en el aeropuerto internacional de Portland y los servicios de emergencia atendieron a los pasajeros. “Dijeron que había durado 30 minutos, pero me pareció mucho más”, dijo Tran. “No tenía teléfono y no tenía ni idea de la hora, así que me quedé allí sentado mirando al agujero todo el tiempo y esperando que no sufriera más daños”, continuó.

“Ese fue el momento que más miedo me dio: la espera. Mi cuerpo se está recuperando, pero tengo una gran cicatriz en la pierna. No sé si desaparecerá en algún momento”, consideró.

Tran es ahora uno de los pasajeros que demandó a Alaska Airlines, Boeing y Spirit Aerosystems, alegando que el suceso les causó lesiones físicas y “graves trastornos emocionales, miedo y ansiedad”. Los demandantes solicitan daños punitivos, compensatorios y generales, aunque la demanda no especifica la cuantía.

Spirit Aerosystems, Boeing y Alaska Airlines dijeron que no harían comentarios sobre litigios pendientes.

Con información de la BBC

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