René Álvarez, un guardia civil de nacionalidad venezolana, logró salvar a tres niños que se ahogaban en el mar de Castellón, España, el pasado fin de semana. El hombre aseguró que su mayor temor era que, debido al fuerte oleaje, no sabría si podría sacar a uno de los menores del agua.

El suceso fue relatado el miércoles, 30 de agosto, por el venezolano de 39 años, quien forma parte del puesto principal de la Guardia Civil de Burriana (Castellón). Álvarez lleva 23 años viviendo en España, junto a su esposa y una hija de 16 años.

El pasado domingo, Álvarez estaba pasando el día con su familia y con un amigo de la policía de Hamburgo (Alemania) en un club de playa cercano a la playa del Grao de Castellón cuando empezaron a escuchar a gente gritando y amontonándose desde la escollera.

Exhausto y en contra de la corriente

Al acercarse, vio primero a una niña pequeña con dificultades para salir del agua por el fuerte oleaje y después a otro niño que tenía los mismos problemas, a los que logró alcanzar desde unas rocas cercanas y ayudarles a salir del agua.

Fue entonces cuando escuchó los gritos desesperados de otra niña que se encontraba bastante más alejada, por lo que decidió lanzarse al agua para tratar de ayudarla.

«Me doy cuenta de que la corriente es bastante fuerte porque tardé muy poco en alcanzarla y cuando llegué frente a ella, su cara era de auténtico pánico y me pedía que por favor que no la dejara», relata el agente, quien tranquilizó a la pequeña y le dijo que necesitaba su ayuda para salir de allí.

Con mucho esfuerzo fue acercándose a las rocas, momento en el que su amigo, el policía alemán, se lanzó al agua para ayudarle porque él se encontraba «bastante exhausto»; cogió a la pequeña y la sacó del agua.

Una vez los tres niños estaban a salvo, René Álvarez se dio cuenta de que entonces era él quien tenía dificultades para salir del agua por la corriente y el oleaje, por lo que decidió echarse a flotar para ver si la corriente le acercaba a la orilla o a las rocas.

Lo siguiente que recuerda es estar en la playa, tumbado en la arena, rodeado de socorristas y personal del Sistema de Atención Móvil de Urgencias (SAMU), quienes lo trasladaron al Hospital General de Castellón con algunos problemas respiratorios. Este martes recibió el alta médica.

Afirma que aunque temió un poco por su vida, en ese momento lo importante para él era sacar a la última niña del agua, y su mayor temor no poder hacerlo; ahora celebra la suerte que han tenido todos y que este suceso haya terminado con final feliz.

También ha revelado que nunca olvidará los gritos «desgarradores» de esa última niña y cree que si no llega a ser porque la pequeña gritó, no se habrían dado cuenta de que estaba en el agua, pues las olas eran muy altas y la tapaban.

«Nos mueve algo dentro»

«En ese momento no piensas, actúas y ya está», señala para advertir: «A todas las personas, escuchando gritos de niños, nos mueve algo dentro que nos da ese impulso para tomar esa decisión e intentar ayudarles».

Álvarez agradece las muestras de cariño que ha recibido por parte de las familias de los menores rescatados, especialmente la madre de esta última niña, quien también fue trasladada al hospital tras el rescate y que no ha dejado de visitarle y agradecerle su acto de valentía.

(MT/El Pitazo)

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