El papa Francisco pretende enviar a dos emisarios a Kiev y Moscú en su intento de mediación para detener la guerra en Ucrania, y el cardenal Matteo Zuppi puede ser el encargado de ir a la capital ucraniana, mientras que el arzobispo Claudio Gugerotti, prefecto del dicasterio para las Iglesias Orientales, viajaría a la capital rusa, según varios medios.

Esta sería la misión secreta a la que se refirió el papa Francisco de regreso de su viaja a Hungría y de la que el Vaticano mantiene aún el máximo silencio.

El diario «Il Resto del Carlino», con sede en Bolonia, publicó este viernes que será el arzobispo de la ciudad y el presidente de la Conferencia Episcopal italiana, Matteo Zuppi, el encargado de ir a Kiev para convencer al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de que acepte, al menos, un alto el fuego.

Al mismo tiempo, el arzobispo Claudio Gugerotti, gran conocedor de estos dos países, será el encargado de comunicar al presidente ruso, Vladímir Putin, que ahora es imprescindible una tregua.

El diario revela que, tras su visita a Hungría, el papa mantuvo una larga reunión con Zuppi, en la que le pidió al arzobispo de Bolonia que tuviera un papel activo en esta misión.

La respuesta de Zelenski tras su visita al papa el sábado pasado de que «no necesitaban mediadores» había hecho pensar en que el Vaticano se rindiese en su intento de mediación, sin embargo, todo apunta a que se intentarán estas conversaciones.

La página de información católica «El Sismografo blog» adelantó este jueves que los dos países se han mostrado dispuestos a sentarse a dialogar con los emisarios del papa.

Las dos principales dudas sobre la misión del papa son que Kiev no acepta ninguna tregua porque la considera una «congelación» (de la situación militar), que favorece las conquistas territoriales por parte de Rusia, añade «El Sismografo».

Fuente: Efe

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