Luego de denunciar ante la policía que su padrastro abusaba sexualmente de ella desde que tenía 7 años, Mila, nombre que le fue dado para proteger su identidad, una niña embarazada con tan solo 11 años, logró que las autoridades en Perú le aprobaran un aborto terapéutico.

Antes de eso, según declaró, Mila había venido sufriendo también abusos por parte de un tío.

La niña, que creció en un entorno de pobreza en el departamento de Loreto, una vasta región selvática en el norte de Perú, se convirtió en el centro de un escándalo en el país después de que las autoridades le negaran en un principio el acceso a un aborto terapéutico, que es el que permite la ley peruana.

La decisión fue revertida por el Instituto Nacional Materno Perinatal de Perú, que aprobó la interrupción del embarazo «para evitar en su salud física y mental un mal grave o permanente», según un comunicado.

«En consecuencia, se inició el procedimiento médico correspondiente, y se mantiene en estricta vigilancia la evolución clínica de la paciente», indicó la instancia.

“Según las guías de práctica clínica y de procedimientos del INMP, una junta médica conformada por médicos especialistas, tras la rigurosa evaluación de este caso, llegó a la conclusión que para evitar en su salud física y mental un mal permanente, aprobó la interrupción del embarazo”, así lo anunció a través de un comunicado la institución médica.

El hospital señaló que se inició el procedimiento médico correspondiente, y se mantiene en estricta vigilancia de la evolución clínica de la paciente.

El INMP precisa que, en todo el proceso, desde la llegada, se mantiene la atención integral dentro del marco de las normas y leyes vigentes, priorizando el interés superior de la menor e hizo un llamado a proteger la intimidad de la niña para velar por su salud y desarrollo integral futuro.

El caso de Mila generó esta semana la reacción de organismos de Naciones Unidas y otros como Save the Children y CHS Alternativo, que exhortaron al Estado peruano garantizar el derecho de la niña de acceder al aborto terapéutico.

Mila es una niña que no ha tenido la oportunidad de asistir a la escuela, no sabe leer ni escribir, y además del trauma producto de los abusos reiterados, ha crecido en una familia en la que su madre también ha sido víctima de violencia.

Además, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú (MIMP) informó este jueves que el padrastro de Mila sigue libre y pidió su detención.

Fuete: El Nacional

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